La mafia en Cuba

La desaparición de los Mustaches Petes y la constitución de la Cosa Nostra italoamericana. El plan de Lucky Luciano y la combinación Batista – Lansky…

Las páginas históricas de lucro que la Mafia Italoamericana escribió en Cuba poseen un prólogo protagonizado por el ascenso de Salvatore Lucania, al liderazgo de esa organización criminal en el año 1931 del pasado siglo, después de haber orquestado el asesinato del último Jefe de Jefes siciliano que gobernó New York.

Bautizado en el submundo criminal como “Lucky Luciano” junto a Frank Costello, por aquél entonces miembros de la antigua mafia con la ayuda de su amigo judío Meyer Lansky y de Johnny Torrio, el inventor de Al Capone en Chicago, aportaron las ideas para desarrollar definitivamente la organización criminal más famosa que ha existido hasta nuestros días: La Cosa Nostra Italoamericana.Texto secundario

No se podría comprender cómo se produjo la primera exportación de capitales de una sociedad criminal organizada de un país hacia el nuestro, sin explicar cómo se forjó La Cosa Nostra Italoamericana en New York y la expansión del modelo hacia otros territorios de los Estados Unidos, donde operaba. Además de la ilustración de cómo llegó a ser parte de una gran confederación, o liga de sociedades criminales.

Cuando Meyer Lansky viajó a La Habana, en septiembre del 1933, a entrevistarse con Fulgencio Batista y luego regresó ante Luciano con un ambicioso plan de negocios y con los derechos del juego sobre toda la isla, especialmente con el control del Casino del Hotel Nacional, no sólo habían corrompido a “nuestro hombre en La Habana”, con un soborno de tres millones de dólares en efectivo y el ofrecimiento de una garantía de tres millones más de ganancias al año como mínimo, sino que había comenzado la “Era de La Mafia en Cuba”. Una presencia prominente en las actividades del juego, el entretenimiento, el turismo y en el tráfico de narcóticos que se extendió desde finales del año mencionado hasta el 1 de enero de 1959, con el advenimiento del Triunfo de la Revolución y el consecuente cambio sociopolítico. El principal atractivo sensacionalista que dio vida a los años de oro del Crimen Organizado en Cuba estuvo condicionado por el hecho de que el sargento telégrafo, devenido Coronel y Jefe de Estado Mayor a partir de 1933, luego Presidente Constitucional en 1940 y después en el año 1952 golpista y dictador de Cuba era nada y nada menos que un Asociado de la Mafia… Cuba estaba en venta, no sólo a los monopolios financieros e industriales de la época, sino también a los criminales.

A partir de 1892 a 1954, más de 12 millones de inmigrantes pasaron por Ellis Island, New york, condicionada oficialmente desde 1890, para procesar la entrada de emigrados a los Estados Unidos de Norteamérica. En cuanto a la emigración italiana, ésta se transformó en un fenómeno estable y progresivo desde l876 a l900, pues más de cinco millones de personas, fundamentalmente, campesinos y aldeanos pobres provenientes del sur emigraron de su tierra natal hacia diversas geografías mundiales. Con mayor fuerza a partir de 1890 emigrantes de Italia comienzan a entrar en suelo americano, aunque ya existían algunas comunidades constituidas en New Orleáns, ciudad del Estado de Louisiana y en New York, antes de ese año.

Los italianos llegaron a “América”, la tierra prometida con la difícil devoción de sobrevivir. Trataron de integrarse a aquella multiétnica sociedad importando sus costumbres, sus fisonomías, sus conceptos éticos y religiosos, así como su arte; sin embargo, también arribaron al otro lado del Atlántico todo tipo de delincuentes, así, también, miembros de la Mafia Siciliana, de la Camorra Napolitana, de sociedad criminal de Calabria, entre otras. Fugitivos de la justicia, asesinos, condenados a muerte entre los propios mafiosos, se establecieron en colonias italianas. Luego comenzó la importación entera de mafiosos sicilianos junto a sus familiares, con el fin de nutrir los clanes ya formados. La primera ciudad donde se tiene noticia del establecimiento de La Mafia con influencia principalmente en negocios legales como la agricultura, la pesca, las operaciones portuarias, el tejido y en actividades delictivas como el contrabando de mercancías, control de los obreros en los muelles, la extorsión, el prestamos al garrote y el sicariato, fue New Orleans, en la cual, en 1891, después de un juicio y luego absolución contra supuestos miembros de La Mafia Siciliana acusados del asesinato del jefe de policía de la ciudad, se produjo el linchamiento de varios de los procesados por un multitud enfurecida.

Gradualmente La Mafia comenzó a penetrar a otras ciudades como Cleveland, Boston, San Francisco, Filadelfia, Búfalo, Atlantic City explotando todo tipo de delitos, hasta que llegó la más dorada de sus oportunidades, un experimento social y noble llamado: La Ley de la Guerra contra la Prohibición, o la Ley de Voldstead, que entró en vigor en el año 1920 y que prohibía la venta, la fabricación y el consumo de bebidas y licores alcohólicos fijando un límite mínimo de la sustancia para cualquier brebaje, o mercancía. Como reflejó el Fiscal Burton Turkus que descubriera en su momento toda la estructura de lo que llamó “El Sindicato del Crimen”, su ejército de sicarios y procesara a algunos de ellos (…), no cabe la menor duda de que el contrabando de alcoholes (bootlegging), creó una “anaconda” del crimen. Las bandas recaudaron millones con la venta ilícita de alcohol.

Los funcionarios públicos estaban corrompidos. Granujas insignificantes de escasa categoría se convirtieron en cabecillas por virtud de la pistola y la actitud de los ojos cerrados-si no la franca connivencia-de la Ley. Estos “gangs” y sus gánster traficaban casi exclusivamente en alcohol.

En New York, la banda de Charles “Lucky” Luciano respondía a las ordenes de Giuseppe Masseria, quien hasta finales de los años 20 era el principal cabecilla de La Mafia en la ciudad. Otro importante criminal era Salvatore Maranzano, que había arribado a La Gran Manzana desde Sicilia y amenazaba con arrebatarle el poder al auto proclamado “Joe de Boss”. Ambos mafiosos tenían una visión muy rígida de los negocios en el nuevo continente. Sus reglas de clanes eran muy estricta pues proscribían la cooperación con otros grupos étnicos y no permitían negociar con quien no fuese siciliano. “Los Mustache Pete“, o Bigotudos (por sus largos y excéntricos bigotes), seguían afanados al viejo modelo delictivo de las extorsiones a sus propios compatriotas, estafas domésticas y de poca monta, secuestros y casi nunca se involucraban en inversiones legítimas, prefiriendo permanecer dentro de sus comunidades urbanas cerradas ante cualquier influencia extraña. Cuando ocurría una amenaza o agresión a sus territorios remediaban el problema con grandes matanzas, provocando guerras que llamaron la atención a la opinión pública, sobre la infiltración de La Mafia Siciliana en suelo americano. Esta posición, extremadamente tradicionalista, limitada y apocalíptica no era compartida ni por Luciano, ni sus colegas, miembros de una nueva generación de mafiosos americanizada. De este modo, planearon primero que Masseria y Maranzano se debilitaran en sus batallas y después el asesinato de ambos dirigentes. El de Joe tuvo lugar el 15 de abril de 1931, en su restaurante preferido cuando almorzaba con Luciano y el que fue objeto de más de veinte balas, mientras Luciano estaba “accidentalmente” en el baño lavándose las manos y no pudo lograr ver a los homicidas.

Sin embargo, después del asesinato de Masseria, en ese mismo año Salvatore Maranzano, hombre culto y precavido declaró la paz con el resto de los clanes e invitó formalmente a toda la mafia newyorkina y de otros sitios del país, alrededor de 500 hombres, a constituir una nueva organización criminal. Escogió un almacén, lo diseñó y lo decoró con un ambiente digno de la coronación de un rey de la edad media, colmado de imágenes de santos, estatuas de vírgenes, cruces de todos los tamaños, allí Maranzano se auto coronó Boss of Bosses, o “Capo Di Tutti Capi” y decretó que recibiría una parte de las ganancias de todas asociaciones mafiosas de los EE.UU.

Según Luciano, en idioma italiano y con alocuciones en Latín, Maranzano designó el término de “Familia” para llamar a los clanes lo que hizo, a fin de purificar los peyorativos de “banda” o “grupo criminal” que se empleaban para incriminarlos en la sociedad civil. Las familias estarían comandadas por un capo, después por sus lugartenientes o capitanes y al final de la cadena de mando, los soldados en rangos de diez por cada grupo. Además, se establecieron reglas de derecho internas de absoluto cumplimiento bajo amenaza de pena de muerte, encabezada por la Omerta o Ley del Silencio. No se tiene certeza si fue Maranzano el autor del apodo de Cosa Nostra a aquél espectáculo de bandidos, o si fue Lansky quien insistió ante Lucky sobre el nombre que debían tener todas las compañías, lo cierto es que al formato criminal se le agregó posteriormente por el propio Luciano un consigliere del Jefe y así ha perdurado hasta el presente. El propio confidente Joe Valachi en sus declaraciones ante el senado en el año 1963, dijo que solo los periodistas y los extraños le llamaban Mafia.

El gobierno de Maranzano no duró mucho, la codicia y la férrea política tradicionalista del viejo bigotudo siciliano llegó a crear pugnas internas y el Jefe de Jefes no pudo superar sus antiguas tendencias. De esta manera, el 10 de septiembre de 1931, estando éste en su oficina en Manhattan cinco gangsters, vestidos de policías entraron y le cortó el cuello, así como le dispararon dos veces. Luego en las cuarenta y ocho horas que le siguieron a la ejecución comenzó al exterminio de los jefes de clanes sicilianos perteneciente a la vieja Mafia, no solo en New York, sino a nivel nacional. A partir de esa fecha, La Mafia operó amplia capacidad para introducirse en la esfera de las empresas legítimas y comenzó su período de expansión hacia el sur: Miami, New Orleans, al Oeste en busca de Hollywood y Las Vegas y por primera vez fuera de territorio norteamericano, hacia Cuba.

En la primavera newyorkina de 1934, ya La Cosa Nostra operando como una empresa millonaria, forja en una reunión de mafiosos sostenida en el Hotel Waldorf Astoria, de la gran manzana El Sindicato del Crimen Organizado; es decir, la unión consolidada de todas las familias del país con la capacidad de asociarse en negocios y contratos con otros grupos criminales judíos e irlandeses de otras etnias e incluso de manera internacional. También se creó la “Comisión” un órgano para resolver todos los conflictos importantes entre las bandas del país y entre éstas y los civiles incluyendo las autoridades legales, este cuerpo consultivo también tenía funciones judiciales pues, según el Fiscal Burton Turkus ante él eran llevados los casos suficientemente graves para merecer la pena de muerte, casos que en los mortales tiempos de no cooperación de banda contra banda, hubieran significado inmediata ejecución sin preliminares.

Así estaban las cosas cuando Meyer Lansky había, recientemente, negociado con el Jefe del Ejercito de Cuba Fulgencio Batista las posibilidad de importar a Cuba el Juego y la construcción de una red de casinos, tales como los que regentaba Lansky en Miami los llamados “Colonial Inn”, que bajo la fachada de ser hosterías o posadas coloniales se encontraban alrededor de todo el cinturón turístico de Miami Beach, que no eran más que garitos en los cuales se jugaba todo tipo de suerte. Luciano rememora en su Libro El Ultimo Testamento de Lucky Luciano: Cuba fue nuestro primer intento en las islas del Caribe (…), Lansky hizo millones de dólares con el juego y su lucrativo acuerdo con Batista. Hoteles, casinos, cabarets, garitos, carreras de caballos, tráfico de narcóticos eran los principales negocios de la Cosa Nostra en Cuba, cuyos ideólogos fueron Luciano y Lansky, a partir del año 1933.

Sin embargo, la era de La Mafia en Cuba estaba apenas comenzando…

Sigue...


www.realidadesdepedernales.com Tomado de: Dominicanos Hoy

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Acerca del periodista Alberto Odalis Báez

Periodista con más de 40 años en el ejercicio de sus labores para diferentes medios radial y escrito,como son: Clarín Informativo, Noticiario Cristal, Radio Reporte, de la Voz del Trópico, Radio Cadena Informativa en Radio Cristal, Noti/tiempo de Radio Cadena Comercial, Radio Antillas y Diario Noticias de Radio Barahona,también de El Nuevo Diario,Ultima Hora y otros. Actualmente Báez es corresponsal del periodico matutino Listín Diario y productor del programa de radio "Pedernales y su Desarrollo" .

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