Bogotá.- Gran parte de los latinoamericanos que viajaban a bordo del crucero que naufragó el viernes frente a la costa italiana inició el retorno a sus países de origen tras sobrevivir al accidente que deja 6 muertos, uno de ellos peruano, y 16 desaparecidos, entre ellas una mujer también peruana.
En el "Costa Concordia", que naufragó debido a un "error humano" del capitán, según reconoció la propietaria de la nave, Costa Cruceros, viajaban 4.229 personas, de ellas 3.209 pasajeros de 62 países, la mayoría italianos, franceses y alemanes y cerca de un centenar de latinoamericanos, que denunciaron negligencia en las labores de rescate.
Este lunes el equipo de búsqueda confirmó que hasta ahora hay seis muertos, entre ellos un español, un italiano, dos franceses, y el peruano Tomás Costilla, de 50 años, miembro de la tripulación y que por ser uno de los primeros identificados sus familiares esperan que sea repatriado rápidamente.
Quedan por localizar 10 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, entre estos la también peruana Erika Soria, de 26 años, camarera de bar en el crucero y que fue vista por última vez en una lancha de rescate que al parecer volcó por exceso de pasajeros.
También están desaparecidos dos ciudadanos estadounidenses, Gerald y Barbara Ann, por lo que el Gobierno de EE.UU. informó hoy que solicitó ayuda para localizarlos.
El "Costa Concordia" se fue a pique tras chocar el viernes en la noche con una formación rocosa cuando avanzaba por el mar Mediterráneo en un crucero que había partido de Civitavecchia, en el centro de Italia.
Según datos de los Gobiernos de la región, en el crucero viajaban como pasajeros más de un centenar de latinoamericanos (de Brasil, Argentina, Perú, Venezuela, Chile, Cuba, México, Ecuador, Colombia, República Dominicana y Uruguay), que en su mayoría está bien y en proceso de regreso a sus países de origen. La cifra de tripulantes latinoamericanos no se ha especificado,
Vicenzo Ursino, director de CRC Perú, empresa que reclutó en Perú a 45 tripulantes para el "Costa Concordia", informó que el martes llegarán a Lima los primeros tres peruanos sobrevivientes.
Mientras la cancillería de Honduras explicó hoy que 17 de sus ciudadanos iban en el crucero como empleados y ahora están alojados en un hotel a la espera de que se tramiten los documentos que les permitan retornar a su país.
Fuentes oficiales informaron que uno de los 20 colombianos, entre tripulantes y pasajeros, que iban a bordo del barco está hospitalizado, pero será dado de alta en las próximas horas, mientras algunos de los turistas de ese país ya fueron trasladados a su residencia en España.
La cancillería ecuatoriana informó, por su parte, que los dos ecuatorianos que viajaban en el barco accidentado están "fuera de peligro" y fueron trasladados a sus lugares de residencia.
Y portavoces oficiales confirmaron que los 18 pasajeros argentinos están a salvo, entre ellos cinco menores de edad y una jueza de 72 años, quien al llegar hoy a su país relató cómo sobrevivió al naufragio al saltar del buque y nadar varios metros hasta la costa.
"No tenía más remedio que tirarme al mar. Salté con 30 o 40 personas que nos quedamos sin botes salvavidas", sostuvo la magistrada María Inés Lona.
La cancillería dominicana, que confirmó que 7 de sus ciudadanos (cuatro turistas y tres tripulantes) viajaban en el Costa Concordia, aseguró que su estado es "normal" y que dos de ellos ya recibieron la documentación para regresar al país.
El domingo las autoridades chilenas ya habían señalado que los 12 ciudadanos de ese país (10 pasajeros y 2 tripulantes) que estaban en el crucero están en condiciones de regresar a sus hogares.
Y sobre los 53 brasileños, los consulados de Brasil en Roma y Milán informaron que están bien y, en su mayoría, volaban ya hacia su país o tenían previsto hacerlo en las próximas horas.
Además de relatar la experiencia, muchos latinoamericanos han denunciado que los responsables de la embarcación les mintieron sobre lo que estaba sucediendo.
"Empezamos a correr para llegar arriba y ahí nos dijeron que fuéramos al camarote. Nos aseguraban que no era más que un desperfecto técnico", afirmó Jonathan Balaban, pasajero argentino.
Mientras la chilena Claudia Fehlandt aseguró que "la tripulación no tenía ni idea de cómo evacuar el barco y el capitán mintió. Dijo hasta el último minuto que todo estaba controlado y que solo era un fallo eléctrico".
A su vez, Inés Montaño, una camarera colombiana, declaró que cuando encalló la nave ella se encontraba todavía trabajando con sus compañeros y que la evacuación no arrancó hasta "prácticamente como cuatro o cinco horas" después.
Aunque la mayoría de viajeros ha optado por volver a sus países de origen, una pareja argentina de recién casados dijo que prefiere permanecer en Roma y continuar el crucero "porque pagaron para siete días" y el mismo día en que embarcaron la nave encalló. EFE
www.realidadesdepedernales.com
En el "Costa Concordia", que naufragó debido a un "error humano" del capitán, según reconoció la propietaria de la nave, Costa Cruceros, viajaban 4.229 personas, de ellas 3.209 pasajeros de 62 países, la mayoría italianos, franceses y alemanes y cerca de un centenar de latinoamericanos, que denunciaron negligencia en las labores de rescate.
Este lunes el equipo de búsqueda confirmó que hasta ahora hay seis muertos, entre ellos un español, un italiano, dos franceses, y el peruano Tomás Costilla, de 50 años, miembro de la tripulación y que por ser uno de los primeros identificados sus familiares esperan que sea repatriado rápidamente.
Quedan por localizar 10 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, entre estos la también peruana Erika Soria, de 26 años, camarera de bar en el crucero y que fue vista por última vez en una lancha de rescate que al parecer volcó por exceso de pasajeros.
También están desaparecidos dos ciudadanos estadounidenses, Gerald y Barbara Ann, por lo que el Gobierno de EE.UU. informó hoy que solicitó ayuda para localizarlos.
El "Costa Concordia" se fue a pique tras chocar el viernes en la noche con una formación rocosa cuando avanzaba por el mar Mediterráneo en un crucero que había partido de Civitavecchia, en el centro de Italia.
Según datos de los Gobiernos de la región, en el crucero viajaban como pasajeros más de un centenar de latinoamericanos (de Brasil, Argentina, Perú, Venezuela, Chile, Cuba, México, Ecuador, Colombia, República Dominicana y Uruguay), que en su mayoría está bien y en proceso de regreso a sus países de origen. La cifra de tripulantes latinoamericanos no se ha especificado,
Vicenzo Ursino, director de CRC Perú, empresa que reclutó en Perú a 45 tripulantes para el "Costa Concordia", informó que el martes llegarán a Lima los primeros tres peruanos sobrevivientes.
Mientras la cancillería de Honduras explicó hoy que 17 de sus ciudadanos iban en el crucero como empleados y ahora están alojados en un hotel a la espera de que se tramiten los documentos que les permitan retornar a su país.
Fuentes oficiales informaron que uno de los 20 colombianos, entre tripulantes y pasajeros, que iban a bordo del barco está hospitalizado, pero será dado de alta en las próximas horas, mientras algunos de los turistas de ese país ya fueron trasladados a su residencia en España.
La cancillería ecuatoriana informó, por su parte, que los dos ecuatorianos que viajaban en el barco accidentado están "fuera de peligro" y fueron trasladados a sus lugares de residencia.
Y portavoces oficiales confirmaron que los 18 pasajeros argentinos están a salvo, entre ellos cinco menores de edad y una jueza de 72 años, quien al llegar hoy a su país relató cómo sobrevivió al naufragio al saltar del buque y nadar varios metros hasta la costa.
"No tenía más remedio que tirarme al mar. Salté con 30 o 40 personas que nos quedamos sin botes salvavidas", sostuvo la magistrada María Inés Lona.
La cancillería dominicana, que confirmó que 7 de sus ciudadanos (cuatro turistas y tres tripulantes) viajaban en el Costa Concordia, aseguró que su estado es "normal" y que dos de ellos ya recibieron la documentación para regresar al país.
El domingo las autoridades chilenas ya habían señalado que los 12 ciudadanos de ese país (10 pasajeros y 2 tripulantes) que estaban en el crucero están en condiciones de regresar a sus hogares.
Y sobre los 53 brasileños, los consulados de Brasil en Roma y Milán informaron que están bien y, en su mayoría, volaban ya hacia su país o tenían previsto hacerlo en las próximas horas.
Además de relatar la experiencia, muchos latinoamericanos han denunciado que los responsables de la embarcación les mintieron sobre lo que estaba sucediendo.
"Empezamos a correr para llegar arriba y ahí nos dijeron que fuéramos al camarote. Nos aseguraban que no era más que un desperfecto técnico", afirmó Jonathan Balaban, pasajero argentino.
Mientras la chilena Claudia Fehlandt aseguró que "la tripulación no tenía ni idea de cómo evacuar el barco y el capitán mintió. Dijo hasta el último minuto que todo estaba controlado y que solo era un fallo eléctrico".
A su vez, Inés Montaño, una camarera colombiana, declaró que cuando encalló la nave ella se encontraba todavía trabajando con sus compañeros y que la evacuación no arrancó hasta "prácticamente como cuatro o cinco horas" después.
Aunque la mayoría de viajeros ha optado por volver a sus países de origen, una pareja argentina de recién casados dijo que prefiere permanecer en Roma y continuar el crucero "porque pagaron para siete días" y el mismo día en que embarcaron la nave encalló. EFE
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