Incredulidad y estupor ante noticia de que el país fue premiado por baja en la mortalidad materna

La Colectiva Mujer y Salud, junto a otros organismos que trabajan en el área de salud reproductiva, recibió con incredulidad y estupor esta semana la noticia de que la República Dominicana figura entre los cuatro países del mundo reconocidos por el Congreso de los Estados por la reducción de sus índices de mortalidad materna.

Resulta difícil entender el propósito de dicho premio, visto que las tasas oficiales de mortalidad materna de la República Dominicana: 1) siguen estando a años luz de la meta de 47 muertes por 100,000 nacidos vivos a que nos comprometimos para el año 2015 como parte de los Objetivos del Milenio; 2) se atribuyen fundamentalmente a la persistencia de la pésima calidad de los servicios obstétricos en los hospitales públicos; 3) se siguen considerando desproporcionadamente altas en relación a los demás indicadores de desarrollo del país.

No es casualidad que compartamos el premio con Ruanda, Afganistán y Camboya, tres países extremadamente pobres y con tasas astronómicamente altas de mortalidad materna –lo que hace de nuestra inclusión en este reconocimiento una noticia bastante menos halagadora de lo que a primera vista pareciera.

El Ministerio de Salud viene publicitando desde hace un tiempo la reducción del 22% en la tasa de mortalidad materna del país entre el 2004-2011, período durante el cual habríamos pasado de 159 a 109 muertes por 100,000 nacidos vivos. Aunque deseamos creer que las estadísticas del Ministerio de Salud reflejan avances reales, lo cierto es que esta reducción no ha sido todavía avalada por estudios no oficiales, como la Encuesta Demográfica y de Salud, que históricamente ha arrojado tasas más altas que las presentadas por las estadísticas oficiales.

A lo anterior se suman los problemas de acceso independiente a las informaciones sobre los casos de morbi-mortalidad en los establecimientos públicos, como forma de confirmar de primera mano la efectividad de la política pública de reducción de muertes maternas. Por ejemplo, si bien es cierto que las organizaciones de la sociedad civil participan en el Comité Nacional de Veeduría del Plan Tolerancia Cero, no existen mecanismos de vigilancia que permitan constatar de manera eficaz y oportuna el cumplimiento de las recomendaciones emanadas de éste y otros organismos, así como las acciones tomadas en los diferentes establecimientos para hacer frente a los casos de negligencia o incompetencia médica y, en general, para mejorar la calidad de los servicios obstétricos.

Por las razones antes expuestas, la Colectiva Mujer y Salud considera oportuno reconocer los esfuerzos del Ministerio de Salud con respecto a la mortalidad materna, al tiempo que exhortamos a que se establezcan mecanismos más expeditos y eficaces de seguimiento al desempeño de los establecimientos públicos por parte de las ONGs, los gremios de salud, universidades y otros organismos de la sociedad civil, de manera que podamos cumplir adecuadamente nuestra labor de monitoreo y vigilancia.

Esto incluye acceso a expedientes de pacientes fallecidas, a informes de los Comités Intrahospitalarios que investigan dichas muertes, y a otras informaciones indispensables para que podamos cumplir el rol de socios estratégicos  del Estado en la persecución de objetivos comunes.

También exhortamos al Colegio Médico Dominicano y a los demás gremios de salud a que asuman un rol más activo de fiscalización y vigilancia del desempeño profesional de sus afiliados, incluyendo su cumplimiento de las normas de atención obstétricas vigentes y otras responsabilidades laborales.

Entendemos que las graves deficiencias en la calidad de la atención hospitalaria no se resolverán en tanto el Colegio Médico Dominicano siga priorizando la solidaridad gremial por encima de cualquier otro objetivo, aún cuando ello implique garantizar la impunidad de médicos negligentes, incompetentes o irresponsables.

Aún de ser cierta la reducción al 109/100,000 en la tasa de mortalidad materna, no debemos caer en falsos triunfalismos ni perder de vista que la abrumadora mayoría de estas muertes son evitables, por lo que la mortalidad materna sigue siendo una de las grandes tragedias nacionales.

Colectiva Mujer y Salud
26 de abril 2012rio

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Acerca del periodista Alberto Odalis Báez

Periodista con más de 40 años en el ejercicio de sus labores para diferentes medios radial y escrito,como son: Clarín Informativo, Noticiario Cristal, Radio Reporte, de la Voz del Trópico, Radio Cadena Informativa en Radio Cristal, Noti/tiempo de Radio Cadena Comercial, Radio Antillas y Diario Noticias de Radio Barahona,también de El Nuevo Diario,Ultima Hora y otros. Actualmente Báez es corresponsal del periodico matutino Listín Diario y productor del programa de radio "Pedernales y su Desarrollo" .

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