02/06/2012 12:00 AM - JHONATAN LIRIANO
Los estudiantes de la UASD dicen que no pueden utilizar los recursos tecnológicos de investigación porque las computadoras no sirven.
De la moderna red de computadoras instalada en el 2005 en la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) apenas quedan cascarones inservibles.
En el edificio educativo se pueden observar cientos de aparatos carentes de piezas tan importantes como teclado, pantalla, CPU, ratón y conectores eléctricos.
En algunos casos los cubículos creados para la consulta digital se ven completamente vacíos, mientras los estudiantes se dedican a realizar sus respectivas tareas utilizando máquinas portátiles, o el analógico, pero seguro método de lápiz y papel (la alternativa depende de la situación económica del bachiller).
“Los estudiantes tienen parte de la culpa del deterioro, porque la biblioteca es de todos.
Pero se supone que aquí hay un personal para cuidar las computadoras y dar mantenimiento”, considera la estudiante de Comunicación Social, Laura de Jesús, recogiendo una idea compartida por otros asiduos usuarios de la llamada “biblioteca más moderna” del Caribe.
La inutilidad de la plataforma informática del centro de estudio no es un tema nuevo. Entrevistado en la tercera planta de la Pedro Mir, donde hay más de 70 máquinas fuera de servicio, Francisco Espinal asegura que la situación existe desde hace poco más de dos años, sin que se registre ningún tipo de cambio positivo.
El estudiante de ingeniería civil también reparte la responsabilidad del problema entre los alumnos y la administración: “Es difícil trabajar así, sin computadora. Ahora las consultas no sólo se hacen en los libros”.
En el 2008, el entonces rector, Franklin García Fermín, tuvo que solicitar la donación de 150 ratones para igual cantidad de máquinas, porque los mismos usuarios se habían dedicado a hurtarlos total o parcialmente.
Desde el 2011, la Gobernación de la biblioteca explica que no puede hacer reparaciones ni reemplazos del equipo informático porque no tiene recursos para esos fines.
Los fondos de la entidad no pasan de RD$75 mil al mes, y se dedican a la compra de productos de limpieza y reparaciones menores de la planta física.
Para conseguir que los estudiantes de la Primada de América se mantengan en contacto con la tecnología de esta Era de la Información, dicen las autoridades, falta el dinero que el Estado no está entregando a la UASD, pese a que el presidente Leonel Fernández, en el acto de inauguración, se autoproclamó como el padrino de la estructura de protección y difusión de conocimientos.
En agosto el “padrino” dejará el Poder Ejecutivo, dejando a su “ahijada” en pésimas condiciones.
La remodelación de la biblioteca central de la UASD se terminó el 9 de noviembre del 2005, y tuvo un costo de RD$250 millones. El equipamiento, por otro lado, necesitó de unos US$20 millones.
La estructura, con su auditorio Manuel del Cabral incluido, tiene más de 24 mil metros cuadrados de construcción, distribuidos en cuatro plantas.
Posee modernos espacios de lectura y salas de videoconferencias. Fue presentada al país como una de las más avanzadas de América Latina. l Jhonatan Liirano
Reparaciones y mantenimiento
El departamento de Relaciones Públicas de la UASD, mediante nota de prensa, informó que la casa de altos estudiós firmó recientemente un convenio con el consorcio Omega Tech, mediante el cual se compromete ofrecer capacitación de cuarto nivel en los grados de maestrías, especialidades y doctorados a trabajadores de la entidad privada, a cambio de soporte tecnológico.
El rector Aquino Febrillet dijo que la colaboración de Omega Tech servirá, de manera especial, para enfrentar las deficiencias del sistema informático de la Biblioteca Pedro Mir, que “presenta niveles de deterioro”, sin que el Gobierno asigne los recursos necesarios para el mantenimiento.
www.realidadesdepedernales.com Tomado de El Caribe
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