Turismo caribeño, entre el crecimiento y los crecientes retos

Turismo caribeño, entre el crecimiento y los crecientes retos


El Caribe concluyó 2012 con un crecimiento de 5% en el turismo, según estimados de la CTO, con lo cual superaría la media mundial de 3-4% esperada por la OMT. Aumentan los turistas de estancia y también los cruceristas, pero la región enfrenta retos que pueden comprometer su expansión futura: el añejo problema de la conectividad aérea, falta de una política común de aviación y de cooperación entre las islas; la fuerte competencia de destinos nuevos o establecidos; los precios de los combustibles y los alimentos al alza; las políticas impositivas y barreras migratorias; la diversificación de productos y mercados, y la búsqueda de incentivos a la inversión.
Los principales destinos de la región siguen creciendo este año: República Dominicana ha recibido más de 4,6 millones de visitantes; Cuba supera los 2,8 millones y Jamaica… Al mismo tiempo, se reportan cifras positivas en las islas más pequeñas.
En un mensaje por el fin de 2012, el secretario general de la Caribbean Tourism Organization (CTO), Hugh Riley, advertía que, pese al continuado crecimiento, la región sigue enfrentando retos en Europa, particularmente en el mercado de Reino Unido, con resultados en descenso.
“Hay claros signos de que nuestro desempeño en Estados Unidos –principal mercado emisor a la región- ha mejorado, con un alza de 5,3% en los arribos desde ese país. El mercado canadiense también ha continuado creciendo, con un repunte similar al estadounidense”, dijo Riley.
En contraste, el Reino Unido, otro mercado clave, principalmente para las islas del Caribe anglófono, ha registrado un descenso de más de 6% en el último año, en lo cual hay una significativa influencia del Impuesto al Pasajero Aéreo británico (APD, Air Passenger Duty), que encarece los viajes de los turistas y que, además, ha colocado al Caribe en una banda de tarifas que le resta competitividad frente a destinos de Estados Unidos.
El APD es hoy una de las mayores pesadillas de muchos destinos caribeños, especialmente las islas angloparlantes, altamente dependientes del mercado británico.
En 2012 continuó la ofensiva contra ese impuesto desde organismos mundiales como el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, inglés), desde gobiernos y la industria del Caribe y también desde entes regionales como la CTO y el CARICOM, así como la propia industria de viajes británica, al punto de estar entre los temas calientes en World Travel Market.
Sin embargo, tras un alza de 8% en abril último ya se anunció que habrá otro aumento en abril próximo y se esperan sucesivos incrementos hasta 2016.
Al parecer, el Caribe deberá seguir mirando cómo disminuyen los flujos desde el Reino Unido, y adoptar respuestas como la de arreciar los esfuerzos en otros mercados claves como Estados Unidos (6,8 millones de turistas en 2012), Canadá (1,9 millones) y otros de Europa (2,4 millones).
Algunos destinos (entre ellos Bahamas y Jamaica) han vuelto la atención a los mercados emergentes de Latinoamérica e incluso a Rusia (otros como Cuba y R. Dominicana tienen vínculos de larga data con ellos), y comienza a crecer el interés por China, que ha dado el primer paso y financia hoy importantes obras hoteleras y de infraestructura en la región.
Impuestos, transporte, políticas
El tema de los impuestos no afecta sólo los viajes desde Reino Unido. En la última Conferencia sobre el Estado de la Industria, el presidente saliente de la CTO, Richard Skerritt, señaló que desde Estados Unidos los impuestos alcanzan ya el 20% de los boletos.
“Con el incremento de las tarifas aéreas al Caribe, los consumidores que están pagando más para llegar a nuestra región esperan más de nuestros destinos cuando arriban a ellos. Esa cota más alta en sus demandas para una mejor relación calidad-precio en el destino requiere que les proveamos con el mejor retorno posible en términos de gasto”, señaló.
Todo esto, remarcó, en un contexto de alza de los precios del combustible, en el que las aerolíneas, igualmente afectadas por el alza de los impuestos, “han tenido una reacción natural: elevar las tarifas de los boletos, implementar nuevas tarifas por servicios y trasladar el costo a los pasajeros”.
Pero también varios gobiernos del Caribe han anunciando alzas en los impuestos de aeropuerto y hoteleros. Es un tema complejo, en el que debe sopesarse la utilidad de la recaudación (lo lógico es dedicarla al propio desarrollo del sector turístico) y el impacto del impuesto en la actividad, que no debe llegar a pesar en su desempeño al punto de afectar la rentabilidad o la demanda.
Durante un encuentro regional, el presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA, inglés), Josef Fortsmayr, pedía a los gobiernos repensar las políticas impositivas y eliminar o reducir los impuestos sobre hoteles y turistas, además de establecer incentivos fiscales que atraigan mayor inversión, y alianzas público-privadas efectivas que estimulen igualmente las inversiones y el desarrollo de productos turísticos.
Fortsmayr señalaba que el turismo no es abordado todavía como una industria de exportación por los gobiernos, que en cambio muestran “apetito” por gravar el sector.
Tras recalcar que los impuestos excesivos resultarán en menos ingresos para el sector y para la economía general, advertía que el turismo es una industria donde es clave la competitividad en términos de precios. “Nuestros visitantes simplemente escogerán otros destinos que ofrezcan un mejor valor a su dinero”.
Quizá el principal reto del Caribe sea hoy la conectividad aérea: lograr más vuelos desde más mercados (para responder a la demanda actual y a la vez estimularla desde mercados maduros y emergentes), y principalmente más servicios desde la propia región y entre las islas.
El propio Skerritt y otros líderes de la industria se han quejado constantemente de ello: la pobre interconectividad entre las islas (frecuentemente conectadas vía Estados Unidos, lo que puede suponer obstáculos extras en el tema del visado para viajeros internacionales), el alto precio de los boletos aéreos, la inconsistencia de los servicios y aeropuertos regionales, las barreras migratorias entre islas y las trabas de seguridad.
Según Skerritt, “en los últimos seis años, las cifras de viajes intrarregionales han decaído. Entre 2006 y 2011, solamente los países de la Organización de Estados del Caribe Oriental (Organization of Eastern Caribbean States, OECS) hemos dado la bienvenida a 115 mil turistas caribeños menos. Simplemente no podemos darnos el lujo de que se comprima aún más nuestro mercado regional”.
REDjet, un emprendimiento de tarifas económicas que nació en mayo de 2011 en Barbados con la voluntad de alzarse como una alternativa para los vuelos intrarregionales, llegó a operar en varios países de la región pero duró menos de un año.
Debió suspender operaciones en marzo de 2012 debido a “problemas financieros y a la necesidad de asistencia gubernamental”, según su directiva, que también mencionó la competencia de otras compañías altamente subsidiadas por gobiernos del área.
Además de algunas líneas nacionales, y otras muy pequeñas que operan en archipiélagos o entre islas vecinas, existen Caribbean Airlines (CAL), propiedad del gobierno de Trinidad y Tobago (mayoritario) y de Jamaica (16%), y LIAT, de menor escala y propiedad de los gobiernos de Antigua y Barbuda, Barbados y San Vicente y las Granadinas.
Las pocas alternativas, y la presencia de esas aerolíneas subsidiadas (que incluso así no escapan a los problemas de rentabilidad), han hecho que se mantengan altos los precios mientras los servicios no son precisamente los mejores.
El presidente de la Caribbean Hotel and Tourism Association (CHTA), Josef Forstmayr, comentaba al respecto que en 2010 los gobiernos de la región desembolsaron colectivamente unos 45 millones de dólares para asegurar los servicios aéreos, “sólo para percatarnos de que el transporte aéreo sigue siendo insuficiente y muy caro para nuestros visitantes”.
Y subrayaba: “el turismo intra-caribeño representó en un tiempo el 13% del turismo total de la región, tanto como el proveniente de Canadá. La población combinada del Caribe asciende a 40 millones de personas. Sin embargo, debido a la falta de una aerolínea realmente regional y competitiva, el movimiento turístico entre las islas ha sido afectado por los altos precios y una red de conexiones mal concebida y que implica trámites y traslados engorrosos”.
En un intento de iniciar una solución definitiva en este frente, tras la última Conferencia sobre el Estado de la Industria, celebrada en St. Kitts en octubre, la CTO creó un grupo de trabajo de aviación (CTO Aviation Task Force), integrado por expertos y líderes de la industria.
Cruceros
Aunque el Caribe se mantiene como líder para los cruceros en el mundo, afronta las circunstancias de no ser un destino continental sino compuesto por islas (donde son más costosos los suministros y servicios), en un entorno global de combustibles encarecidos y con la competencia de destinos con fuertes atractivos culturales, gastronómicos, patrimoniales y paisajísticos, rico en plazas con glamour y en opciones de itinerarios.
Esta última tendencia hace que cada vez más barcos vayan a zonas como el Mediterráneo, por más tiempo, durante los meses de verano y otoño, haciendo que el crucerismo se convierta en una actividad altamente estacional para muchos destinos caribeños.
Los propios problemas de conectividad son un “menos” a la hora de asegurar operaciones de puerto de embarque o interporting, que además del movimiento normal de pasajeros en visitas (generalmente breves) pueden aportar estancias hoteleras a los destinos.
Según datos revelados este año en Cruise Shipping Miami por el Consejo de Cruceros de Europa, la cuota del Caribe en el mercado británico cayó en 14%, con el Impuesto al Pasajero Aéreo influyendo negativamente en el mercado de cruceros británico vinculado con la transferencia aérea hacia las islas caribeñas.
Fuentes de la industria de cruceros revelaron en una reciente conferencia de la FCCA en Curazao que la industria aporta dos mil millones de dólares a las economías de Latinoamérica y el Caribe.
Sin embargo, los críticos afirman que produce ganancias relativamente bajas a nivel local porque muchos pasajeros compran excursiones vendidas en los barcos o cenan o compras productos en cadenas de establecimientos internacionales.
De acuerdo con un reporte del Banco Mundial sobre Jamaica divulgado en 2011, el 80% de los ingresos por turismo en el Caribe no permanecen en la región, lo cual constituye una de las más altas fugas del mundo. “En hoteles todo incluido del Caribe es común que sólo el 20% de los ingresos retorne a la economía local. En el caso de los barcos de cruceros, la cantidad es mucho menor, quizás del 5%”, consideró un experto de la London University.
Hoteles
Otro sector que necesita de una mayor conectividad para ampliar y diversificar mercados es el hotelero, que según datos de STR Global alcanza actualmente en el Caribe los 2.125 establecimientos, con más de 231 mil habitaciones e ingresos totales por unos tres mil millones de dólares.
De acuerdo con esa firma especializada, la mayor parte del crecimiento se da en los segmentos de lujo y superior y en el mercado de hoteles independientes, con lo cual el sector hotelero está en condiciones de generar mayores ingresos.
En noviembre último, STR reportaba para el Caribe un crecimiento interanual de 7% en el índice de ocupación media, hasta 65,7%; de 3,3% en la tarifa media diaria, hasta 151 dólares por noche, y de 10,5% en el RevPAR, hasta 99,14 dólares en ingresos por habitación disponible.

Según una encuesta realizada en 2012 por la consultora PKF Hospitality Research (PKF-HR) entre hoteles caribeños, el Caribe se destaca por sus altos costos operativos. Por ejemplo, los gastos del departamento de alimentos y bebidas representan como media el 82,5% de las ganancias en los complejos turísticos de la región, frente al 70,9% en los complejos estadounidenses.

Los costos elevados se pueden atribuir a la necesidad de importar gran parte de los alimentos, bebidas, equipos e insumos desde otros países, entre ellos los propios Estados Unidos. Los servicios públicos (entre ellos la energía) son otro de los gastos importantes que pesan sobre el sector hotelero caribeño y están trepando rápidamente, según la consultora.

Subrayó que se necesitan más líneas aéreas y rutas a las diversas islas. “El éxito de los futuros complejos turísticos y de aquellos ya instalados depende de la expansión de las aerolíneas. La región recibe cada vez más turistas, por eso el Caribe necesita disponer de un transporte viable para sus visitantes”, comentó un experto de PKF-HR.

De acuerdo con las estadísticas de STR Global, en septiembre pasado había en México y el Caribe 125 establecimientos hoteleros en desarrollo (19.381 habitaciones), tanto en construcción como en las etapas de planeamiento y planeamiento final. La mayor cantidad de habitaciones en desarrollo corresponde al segmento de lujo, con el 23,3% del total (4.524 habitaciones).

Haití se reincorpora

Aunque tiene hoy un papel marginal en el turismo del Caribe, Haití amerita un sitio en el resumen de la industria en 2012, un año que ha marcado su regreso al escenario turístico regional y en el que el gobierno de la empobrecida nación ha identificado al sector como una de las vías para reactivar la economía nacional.

Durante los últimos 12 meses, la Comisión Interministerial de Inversiones aprobó 11 proyectos hoteleros, con un valor total de 161 millones de dólares, y en noviembre fueron inauguradas obras de renovación en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, en Puerto Príncipe.

Este mes de diciembre, la compañía española Occidental Hoteles inauguró el Royal Oasis by Occidental, dotando a Puerto Príncipe de su primer establecimiento de lujo.

Cuba sigue vetada en el mercado de Estados Unidos

Cuba, con el lugar 57 en el Country Brand Index (Índice de Marca País), presentado durante World Travel Market, donde México es 51 y R. Dominicana 53, siguió en 2012 bajo el impacto de la política de restricciones sobre los viajes a la isla desde un mercado clave como Estados Unidos, pese a lo cual se reafirmó entre los destinos líderes de la región.

El presidente Barack Obama había iniciado en 2011 una relajación relativa en la prohibición de los contactos con Cuba y permitió que compañías aéreas y agencias pudieran organizar viajes a la nación caribeña, pero sólo con fines culturales y educativos. Al respecto, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) aclaró que no debía interpretarse esa flexibilización como una promoción del turismo.

La política de la Casa Blanca, además de impedir a los estadounidenses viajar legalmente a Cuba, excluye al país caribeño de los itinerarios de las principales compañías de cruceros del mundo.

Cuba, que contaba con unas 13 mil habitaciones hoteleras en 1990, tiene actualmente más de 55 mil, mayormente en las categorías de cuatro y cinco estrellas, y anunció planes para contruir otras 25 mil hasta 2020.

El país cierra el año con más de 2,8 millones de turistas internacionales, tras superar en 2011 los 2,7 millones. A pesar de la crisis económica internacional, el turismo extranjero mostró una tendencia ascendente durante los últimos años, con un crecimiento promedio anual de 10,5% desde 1990, pasando de 2.430.00 millones en 2009 (+3,5% sobre 2008) a unos 2,5 millones en 2010 y 2.716.317 en 2011 (+7,3% respecto a los resultados de 2010).

Una sola voz

Tanto la CTO como la CHTA desarrollan hoy una estrategia y acciones que permitan a las islas del Caribe cooperar y actuar con una voz única ante los retos que afronta el sector turístico de la región, la más dependiente del turismo en el mundo, con 1 de cada 8 personas trabajando directa o indirectamente en la industria.

Entre las acciones ha estado la reactivación de la sociedad de ambas entidades en la Compañía de Desarrollo del Turismo del Caribe (Caribbean Tourism Development Company, CTDC), dirigida a temas de marketing y desarrollo de negocios, a lo cual se suma el desarrollo de un programa más agresivo de marketing regional y el resideño de la web CaribbeanTravel.com, con una visualidad y herramientas dirigidas a estimular las reservas online hacia la región.

“Es en parte un fallo nuestro como región el hecho de que no se sostengan niveles adecuados de inversión en el marketing del Caribe y el desarrollo de nuestros diversos activos turísticos, lo cual ha generado un declive en la cuota global de mercado de la región en la última década. Por eso estoy convencido de que el futuro desarrollo de la CTDC es uno de los retos más urgentes que encara la CTO en el corto plazo”, dijo Richard Skerritt cuando lideraba la CTO.
“Los aviones, los barcos de cruceros y los hoteles no se llenan por sí solos. Sin embargo, muchos de los líderes de nuestro turismo aún operan como si sólo hiciera falta abrir las puertas de nuestros destinos para que los consumidores aparezcan automáticamente”, dijo.
Y concluyó: “Debemos dejar a un lado las diferencias que nos separan para realmente actuar de modo unido y hacer de nuestra región el más popular destino de clima cálido en el mundo, todo el año”.
 
www.realidadesdepedernales.com Fuente:Dominicanos Hoy
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Acerca del periodista Alberto Odalis Báez

Periodista con más de 40 años en el ejercicio de sus labores para diferentes medios radial y escrito,como son: Clarín Informativo, Noticiario Cristal, Radio Reporte, de la Voz del Trópico, Radio Cadena Informativa en Radio Cristal, Noti/tiempo de Radio Cadena Comercial, Radio Antillas y Diario Noticias de Radio Barahona,también de El Nuevo Diario,Ultima Hora y otros. Actualmente Báez es corresponsal del periodico matutino Listín Diario y productor del programa de radio "Pedernales y su Desarrollo" .

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