Por: Faustino Reyes Diaz.
Neyba, (Rep.Dominicana). La impotencia se apoderó esta madrugada de los moradores
residentes en los alrededores de local de la desaparecida institución Casino
Unión Neyba, cuando un inesperado fuego apareció en el segundo nivel del
Colmado Nini, ubicado en la intersección
San Bartolomé con Rodeo, de esta ciudad.
Pero, la preocupación era mayor cuando los propietarios del negocio,
desesperadamente, clamaban la intervención de los vecinos debido a que el
siniestro los tenía atrapados sin que se pudiera acceder al interior de la
habitación donde duermen.
Después de tantas acciones solidarias, logramos sacar con vida a los
señores Dionisio Acosta y su esposa apodada Mindalia, quienes aun no se reponen
del susto al notar que sus vidas corrían peligro, aunque cuando confiaban en
los intentos de la vecindad por salvarlos.
Aunque no ha sido contabilizada, con certeza se puede asegurar que la pérdida es millonaria debido a que gran parte del negocio fue diezmado y el segundo nivel donde existían cosas de valores fue convertido en ceniza.
Aun no se puede precisar, por el momento, lo que pudo
ocasionar el fuego muchos lo atribuyen la deficiencia del sistema energético. Militares
y policías se presentaron al lugar de los hechos para mantener las cosas en
orden.
El fuego comenzó pasada la una de esta madrugada y pudo haberse evitado
pero la presencia de los bomberos se produjo una hora después a pesar de que
fueron llamados y el cuartel de la institución de socorro encontrarse a cuatro
esquinas del siniestro.
Fueron varios intentos que todos hicimos para evitar la destrucción del
negocio y evitar la incineración de toda una manzana de casas. Entre las
personas que llamamos al notar la ausencia de los socorristas, figuran Cástulo
Díaz, servidor de la UASD-Subcentro Neyba.
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“Ahora vienen, los llamé me dijeron
que el camión estaba dañado”, refiriéndose
a la presencia de los bomberos, expresó el joven Bolívar Eliezer Matos Acosta,
hijo del reconocido por su labor social y religiosa en esta zona Cesar
Matos.
La presencia del camión de bomberos fue como duraría una cucaracha en un
gallinero, como dice el refrán campesino, porque vació un poco y luego se
marchó y no regresó debido a que sufrió un calentamiento en el motor.
“El otro día le gastaron a ese camión 300 mil pesos para arreglarlo. El
fuego del mercado descargó tres camiones de agua y aquí solo pudo uno”, así se
expresó el legendario bombero Carmito Montero, tío del Alcalde Municipal,
Orlando Gómez Román.
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