PEDERNALES,(Rep.Dominicana).- La comunidad fronteriza de Pedernales está viviendo momentos de tensión,
después que se anunciara el decomiso de 446 paquetes de cocaína en la costa
marítima, donde dos personas resultaron muertas, tres heridas y 12 cumplen
prisión preventiva.
El pasado martes en esta zona sobrevoló un avión que, según se comentó,
pertenecía a la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), aunque la aeronave no tenía
identidad y los moradores de esta zona fronteriza creían que se podría tratar de
narcotraficantes.
Desde que en esta zona se anunció el decomiso de los 446 paquetes de cocaína
transportados en una lancha y, la muerte de dos personas, existe la sospecha de
que ciudadanos murieron en los matorrales de las playas de Juancho y el
municipio de Oviedo,producto de los disparos que realizaron militares anti-narcóticos.
En los últimos días la Dirección Nacional de Control de Drogas, con hombres
encapuchados, ha dado seguimiento en las playas de la zona, para contrarrestar
la penetración de drogas al territorio dominicano.
Sin embargo, existe el gran temor entre pescadores que realizan sus
actividades en aguas del mar Caribe y personas que tienen propiedades cercanas a
la zona de la playa, de ser enfrentados por agentes de la DNCD de
quienes temen realicen disparos a mansalva, como ocurrió el día del decomiso de las drogas.
NARRAN
Familiares de personas
desaparecidas y un hombre que fue recluido en la clínica del municipio de
Oviedo, narraron que durante el decomiso de 446 paquetes de cocaína en una
lancha por parte de la DNCD en la costa de Juancho, no sólo murieron dos
personas, hay otras que murieron en ese lugar y de ellos sus familiares no saben
nada.
Según el Pescador Joel
Polanco, quien fue localizado deshidratado por pescadores en momentos que se encontraba
perdido en la playa Mosquea, del municipio de Oviedo, luego de un presunto ametrallamiento
ejecutado a través de naves aéreas, según narra a la prensa, “son varias las
personas que están muertas y que sus cadáveres se encuentran en playas y
matorrales de esa zona”.
Sostuvo que después de
siete días perdido tras el abandono de sus compañeros pescadores al escuchar el
estruendo de las balas que fueron disparadas en esa zona de playa, quedó sin
rumbo y a punto de morir tras
desmayarse, encontró dos pescadores que le devolvieron la vida junto al médico
Rafael Augusto Sánchez, quien lo hidrató en la clínica de Oviedo.
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