MADRID.- Miles de españoles acudieron hoy al Congreso de los Diputados para rendir homenaje, expresar su gratitud y dar el último adiós al primer presidente de Gobierno de la democracia, Adolfo Suárez, quien falleció el domingo a los 81 años.
En una cola de unos dos kilómetros, los ciudadanos aguardaban pacientemente y en un ambiente solemne su turno para entrar en el Congreso, donde se instaló hoy la capilla ardiente, ante la que pasaron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, así como numerosos políticos que acompañaron a Suárez en los primeros años de la transición democrática y autoridades de todo el país.
"Una gran pena". Con esta frase resumió el rey su pesar y el sentir general que se respiraba en el Congreso, en cuyo Salón de Pasos Perdidos, una de sus estancias más emblemáticas, permanecerá
24 la capilla ardiente, hasta que este martes el féretro se trasladado a Ávila (centro), para un funeral que se prevé que será también multitudinario.
Los Príncipes de Asturias acudieron al Congreso de los Diputados después que los reyes para rendir homenaje y expresar sus condolencias a la familia de Suárez.
El féretro de Suárez llegó con honores de Estado al Congreso de los Diputados, rodeado de un profundo silencio solamente roto por
los aplausos de miles de ciudadanos que ya aguardaban para entrar.
Las principales autoridades del Estado, con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial a la cabeza, esperaron en la escalinata del Congreso la llegada del féretro.
Con ellos estaban los otros tres expresidentes: Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado, el actual líder de los socialistas (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba.
Diez soldados del Regimiento Inmemorial del Ejército de Tierra trasladaron el féretro de Suárez durante el redoble de los tambores de la Guardia Real, seguido de los hijos y nietos del expresidente, cuyo primogénito, Adolfo Suárez Illana, colocó el Toisón de Oro con el que el rey distinguió a su padre a los pies féretro.
El rey otorgó a Suárez la última y póstuma condecoración: el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
Numerosas coronas de flores de las principales instituciones del país rodeaban el Salón y llenaban también el vestíbulo de Isabel II, donde cuelga un retrato del propio Suárez junto al del último presidente de la II República española, Manuel Azaña.
Especialmente emotiva fue la visita a la capilla ardiente de algunos de los que fueron ministros de Suárez, como Landelino Lavilla y Federico Mayor Zaragoza o dos de los padres de la Constitución, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.
Todos ellos, así como la mayoría de los políticos que hablaron a los periodistas destacaron el legado de Suárez y su capacidad para fraguar consensos en el camino hacia la democracia.
En honor a este legado y la valentía del primer presidente de la democracia, el aeropuerto de Madrid-Barajas llevará el nombre de Adolfo Suárez, según anunció hoy el Gobierno de Mariano Rajoy.
Desde el exterior llegaron numerosas reacciones y mensajes de condolencias, en especial de países latinoamericanos, como el del presidente de México, Enrique Peña Nieto, de la presidenta
argentina, Cristina Fernández, así como del gobierno de EEUU, destacando el papel "clave" y "fundamental" de Suárez.
La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que el fallecido expresidente tuvo un "papel clave en la exitosa" transición democrática, según ministro alemán de Exteriores, frank Walter Steinmeier, quien declaró que "los demócratas de toda Europa conservaran su obra en su memoria".
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, se refirió a Suárez como "un hombre de excepción", mientras que el jefe de Estado luso, Aníbal Cavaco da Silva declaró que le recuerda como una "figura importante en la historia y en la política de España".
El jefe del Gobierno británico, David Cameron, calificó a Suárez de "gran líder", y el presidente de Francia, François Hollande, le considera el "artesano" junto al rey Juan Carlos de la transición española".
El Gobierno chino también lamentó la muerte de Adolfo Suárez, de quien dijo que "fue un político excepcional".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fueron de los primeros que enviaron sus condolencias y destacaron la figura clave de Suárez en la transición democrática española
Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, que retrasaron su visita oficial a Madrid prevista para el día 25, al coincidir con los tres días de luto declarados en el país por la muerte de Suárez, hicieron llegar sus condolencias a su familia y al pueblo español.
En una cola de unos dos kilómetros, los ciudadanos aguardaban pacientemente y en un ambiente solemne su turno para entrar en el Congreso, donde se instaló hoy la capilla ardiente, ante la que pasaron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, así como numerosos políticos que acompañaron a Suárez en los primeros años de la transición democrática y autoridades de todo el país.
"Una gran pena". Con esta frase resumió el rey su pesar y el sentir general que se respiraba en el Congreso, en cuyo Salón de Pasos Perdidos, una de sus estancias más emblemáticas, permanecerá
24 la capilla ardiente, hasta que este martes el féretro se trasladado a Ávila (centro), para un funeral que se prevé que será también multitudinario.
Los Príncipes de Asturias acudieron al Congreso de los Diputados después que los reyes para rendir homenaje y expresar sus condolencias a la familia de Suárez.
El féretro de Suárez llegó con honores de Estado al Congreso de los Diputados, rodeado de un profundo silencio solamente roto por
los aplausos de miles de ciudadanos que ya aguardaban para entrar.
Las principales autoridades del Estado, con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial a la cabeza, esperaron en la escalinata del Congreso la llegada del féretro.
Con ellos estaban los otros tres expresidentes: Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado, el actual líder de los socialistas (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba.
Diez soldados del Regimiento Inmemorial del Ejército de Tierra trasladaron el féretro de Suárez durante el redoble de los tambores de la Guardia Real, seguido de los hijos y nietos del expresidente, cuyo primogénito, Adolfo Suárez Illana, colocó el Toisón de Oro con el que el rey distinguió a su padre a los pies féretro.
El rey otorgó a Suárez la última y póstuma condecoración: el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
Numerosas coronas de flores de las principales instituciones del país rodeaban el Salón y llenaban también el vestíbulo de Isabel II, donde cuelga un retrato del propio Suárez junto al del último presidente de la II República española, Manuel Azaña.
Especialmente emotiva fue la visita a la capilla ardiente de algunos de los que fueron ministros de Suárez, como Landelino Lavilla y Federico Mayor Zaragoza o dos de los padres de la Constitución, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.
Todos ellos, así como la mayoría de los políticos que hablaron a los periodistas destacaron el legado de Suárez y su capacidad para fraguar consensos en el camino hacia la democracia.
En honor a este legado y la valentía del primer presidente de la democracia, el aeropuerto de Madrid-Barajas llevará el nombre de Adolfo Suárez, según anunció hoy el Gobierno de Mariano Rajoy.
Desde el exterior llegaron numerosas reacciones y mensajes de condolencias, en especial de países latinoamericanos, como el del presidente de México, Enrique Peña Nieto, de la presidenta
argentina, Cristina Fernández, así como del gobierno de EEUU, destacando el papel "clave" y "fundamental" de Suárez.
La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que el fallecido expresidente tuvo un "papel clave en la exitosa" transición democrática, según ministro alemán de Exteriores, frank Walter Steinmeier, quien declaró que "los demócratas de toda Europa conservaran su obra en su memoria".
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, se refirió a Suárez como "un hombre de excepción", mientras que el jefe de Estado luso, Aníbal Cavaco da Silva declaró que le recuerda como una "figura importante en la historia y en la política de España".
El jefe del Gobierno británico, David Cameron, calificó a Suárez de "gran líder", y el presidente de Francia, François Hollande, le considera el "artesano" junto al rey Juan Carlos de la transición española".
El Gobierno chino también lamentó la muerte de Adolfo Suárez, de quien dijo que "fue un político excepcional".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fueron de los primeros que enviaron sus condolencias y destacaron la figura clave de Suárez en la transición democrática española
Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, que retrasaron su visita oficial a Madrid prevista para el día 25, al coincidir con los tres días de luto declarados en el país por la muerte de Suárez, hicieron llegar sus condolencias a su familia y al pueblo español.
FUENTE:Diariolibre.
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