Por CÁNDIDA FIGUEREO---
Hay oficios
enaltecedores, resultantes del desempeño
e integridad con que se realizan en un
importante trayecto de la vida de quienes lo asumen. Esto, a su vez, tiene sus
bemoles en sistemas donde la honestidad es un símil de purgante para quienes no
soportan la probidad.
El periodista no es ni
más ni menos que aquellos que ejercen la noble función de maestros, agricultores,
médicos, ingenieros, abogados y una retahíla innumerable de labores.
No obstante, respecto a
los citados y a los no aludidos, el periodista tiene la
especial particularidad de que su misión es informar sobre lo que está
bien y sobre lo que cojea para que se supere. Esto último no gusta a quienes
cruzan la "luz en rojo".
La República Dominicana
mantiene el privilegio de contar con periodistas honorables en su ejercicio.
Esto tiene un precio a veces muy elevado, tanto que puede dar al traste con la
vida si no claudica. El honorable no claudica aunque el sismo tenga el
epicentro en su corazón.
Al igual que profesionales
de distintas áreas, en los momentos actuales también el periodista recurre al
pluriempleo para subsistir. Al terminar su jornada en la prensa o en otros
medios de comunicación, se le puede encontrar dando clases en una de
universidad o en otra institución.
¿Peca con eso? No, no está pecando. Simplemente procura
mantenerse a flote sin amilanarse a cruzar la raya de Pizarro. Justamente ahí
está la línea de este ejercicio: Los que
se achicharran y los que no se doblegan deshonrándose. Estos últimos pueden
solicitar trabajo, pero no limosnas.
Fue grato escuchar en
la mañana del sábado último, Día del Periodista, a Rosendo Tavárez defender con
vehemencia este oficio incomprendido y fustigado por quienes a veces creen
conocerlo porque hablan a través de las
ondas Hertzianas o porque visitan o escriben para un periódico.
Grato porque tuve el
privilegio de compartir en este oficio con Rosendo en la redacción del otrora
vespertino Última Hora. Él es un ejemplo de dignidad y si no cito a otros y a otras es porque la
lista es muy larga en este oficio en que no somos ni más ni menos que otros
profesionales.
No somos ni más ni
menos, pero si los vigilantes de las injusticias sociales y un soporte de la
democracia donde cada segmento es importante para el equilibrio.
06-04-2014
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