Cuando se habla en la República Dominicana de la Bandera Nacional, aflora la imagen del abogado y político Francisco del Rosario Sánchez, cuyo natalicio 198 se conmemora este 9 de marzo y quien junto a Juan Pablo Duarte y Matías Ramón Mella integra la trilogía de Padres de la Patria.
De los tres héroes se resalta el ímpetu, valor y arrojo que demostraron en las luchas independentistas por liberar a la nación de manos de Haití y ese proyecto erigido por Duarte, que Sánchez apoyó de manera incondicional, lo cual se añade a sus grandes méritos, otro de los cuales fue consagrarse como uno de los más valiosos miembros de la Sociedad Secreta La Trinitaria, fundada en 1538.
Se habla en las páginas históricas de cómo Sánchez defendió las acciones del fundador de La Trinitaria, Juan Pablo Duarte, y su confianza y solidaridad total. A todo esto este suma su consagración a las ideas independentistas, que le llevaron a morir ejecutado por el general Pedro Santana el 4 de julio de 1861.
Sus batallas insurrectas marcan hitos en contra de la dominación haitiana, y aunque fue criticado por sus propuestas de anexión a otras naciones; el desarrollo del ser humano, como ocurre en todas las vertientes de la existencia, le llevó a modificar su pensamiento y ponerse al frente de la lucha contra la anexión del país a España, decidida por Santana.
Los momentos finales resultan paradigma e impronta, que tanto las viejas, como las nuevas generaciones deben mantener vivas, por esa razón de que la historia enriquece el alma y aleja las debilidades del espíritu nacional. Tras caer en una emboscada y resultar herido, el 1 de junio de 1861, Sánchez y sus compañeros de lucha fueron capturados y trasladados a San Juan de la Maguana, donde fueron juzgados y condenados a muerte. En el juicio, Sánchez exclamó: "Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez". Así murió fusilado el 4 de julio en el cementerio de San Juan de la Maguana, a los 44 años de edad.
En el Altar de la Patria, junto a Duarte y Mella, descansan los restos de Francisco del Rosario Sánchez, sitio propicio para rendir merecido tributo y reflexionar sobre lo que individualmente debe hacer cada dominicano y dominicana a fin de conservar esa independencia por la que ellos dieron todo, hasta sus propias vidas.
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