DOÑA YOLANDA REYNA CUMPLIÓ NOVENTA AÑOS AYER, Y FUE AGASAJADA EN UN CÍRCULO DE ESTRECHA INTIMIDAD
El expresidente Leonel Fernández dijo ayer que ante los males que afectan no solo a la sociedad dominicana sino a la colectividad mundial, hay que retomar los valores de la familia.
Al hablar para LISTíN DIARIO, en ocasión de la celebración ayer de los 90 años de su madre, doña Yolanda Reyna, el exgobernante reflexionó que esos valores primaron en su familia, fortalecidos por la presencia siempre activa de su progenitora.
“Yo pienso que soy una persona sumamente afortunada, al tener a mi madre que cumple justamente 90 años, en salud, tanto física como mental, lo que significa que ella camina todos los días cuatro y cinco kilómetros; es una persona que al mismo tiempo sigue la actualidad, lee los periódicos, escucha la radio y como siempre tuvo pasión por la política; está muy al día en todo”, dice Fernández Reyna. Para Leonel Fernández, lejos del tráfago de la política y de la lumbre de las conferencias y los cónclaves internacionales, ayer fue un día para compartir en familia junto a doña Yolanda, sus hijos Omar, Yolanda América y su esposa, la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, y un muy reducido círculo de la más absoluta cercanía familiar.
“De alguna manera yo soy una hechura de ella y yo diría que mi interés por la política comenzó a surgir cuando ella convocaba a sus amigos los fines de semana, en Nueva York, en el apartamento que vivíamos, y todos iban a hablar de política”, dice sosegado.
Leonel Fernández llegó a las seis de la tarde al salón de un hotel de la capital donde se agasajó a su madre. Estuvo entre los primeros en llegar, incluso antes que su madre, lo que aprovechó para hablar con tíos, hermanas de doña Yolanda, que como Elsa Reyna, compartieron mesa.
“Ella era quien lideraba aquello, entonces de alguna forma fue influyendo en mí y al mismo tiempo, una persona que era enfermera de noche, de un hospital en Estados Unidos y por la mañana era operaria de una factoría, dos trabajos, significaba mucho el esfuerzo que hacía, no solo por su familia inmediata que era mi hermano y yo, allá en Estados Unidos, sino mantener a la familia aquí, en República Dominicana”, continúa.
Fernández, lejos de los faroles y los escenarios, conversa, abraza a las mujeres, a los hombres, intercambia, habla, mientras se espera la llegada de doña Margarita, quien finalmente llega con Yolanda América.
“Es algo que indica que se trata de una persona excepcional, que asumió a su familia como el centro de su vida”, dice.
Sobre la sociedad y la familia El expresidente (96-2000-2004- 2008-2008-2012) refiere que sin lugar a dudas es notoria una degradación moral en el país y en el mundo.
“Porque no es solo en el país, es una tendencia mundial. Y creo que efectivamente todo empieza por la familia, todo empieza por los valores familiares, por los padres, empieza por el barrio, por los vecinos, por los amigos, por la escuela.
Hay un bizcocho no muy grande, pero suficiente para departir en familia.
“Necesariamente cuando se tienen principios, valores, la conducta va en sintonía, ciuando esos valores se pierden y todo da igual, y da lo mismo, entonces se da esa descomposición que estamos viendo” reflexiona.
Antes de entrar al salón, con una espectacular panorámica externa de frente, hay una mesa bien adornada con fotos familiares, como muestra de algo de esa vida íntima y familiar.
“Nosotros no podemos vernos con devinculación con el resto del mundo. Lo que está pasando en el mundo es una especie de cambio radical, con respecto a los principios y valores que todos asumimos”, medita.
www.realidadesdepedernales.com Fuente Listindiario
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