La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron ese día del 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton, de Nueva York, en un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones que padecían.
También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, en la misma ciudad.
Es por esto que el Día Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en muchos países del mundo. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para festejar las victorias alcanzadas con sus luchas.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
En 1975 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas(ONU), declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer y en 1977 proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
La celebración del 8 de marzo ha adquirido a lo largo del siglo XX una dimensión mundial para las féminas del mundo. El movimiento internacional en defensa de los derechos de la mujer es creciente y reforzado por la Organización de Naciones Unidas que ha llevado a cabo cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que esta conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de sus derechos y participación en la vida política y económica.
República Dominicana
En la República Dominicana los avances a favor de los derechos de la mujer han tenido algunos retrasos, ya que no se ha podido combatir la violencia intrafamiliar y de parejas, entre muchos tópicos aún por cumplir.
En los últimos siete años en el país han muerto mil 825 féminas a manos de sus esposos o exparejas, mientras que en el 2015 fueron asesinadas 77 y en lo que va del 2016 se registran ya 14 crímenes.
Aún en este siglo la mujer continúa ganando un salario por debajo del de los hombres, aunque sus cargos sean los mismos. De igual manera en los puestos políticos no se ha alcanzado la paridad requerida.
Esperamos que pronto la nación y el mundo puedan erradicar la violencia de género y acabar con el flagelo del feminicidio, que cada año deja cientos de huérfanos y familias destruidas.