Morder o comer las propias uñas es uno de los hábitos más comunes del mundo. Considerado un tic, un trastorno y un mal hábito por distintos especialistas, conviene volver a dar una nueva mirada al tema, ya que un estudio aporta una interesante conclusión.
Muchas personas muerden sus uñas cuando están nerviosas, estableciendo una especie de descarga, pero otros lo hacen en forma compulsiva durante todo el tiempo.
Una psicóloga afirma que podría ser una forma de alejar los sentimientos negativos y cree que controlar el estrés y la ansiedad podrían ayudar a dejar el hábito. Morderse las uñas, como muchos otros hábitos, proviene de una profunda necesidad de manejar los sentimientos de angustia, dijo a DailyMail Karen Pine, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Herfordshire, en Reino Unido.
“Se puede desarrollar como una respuesta a desencadenantes en el entorno, como una forma de regular las emociones” señaló Pine.
“Estos hábitos luego persisten porque el cerebro ha aprendido a asociar esa respuesta a ciertos factores, hasta que pierde el control sobre este hábito. Puede ser –agrega Pine- una señal de ansiedad”.
10 hábitos nerviosos malos para tu salud
¿Qué dice la ciencia sobre el tema? Que es culpa del aburrimiento, la frustración y la impaciencia, asegura un estudio canadiense.
Los investigadores de la Universidad de Montreal, en Canadá, realizaron experimentos con personas que se mordían las uñas o arrancaban sus cabellos y con un “grupo de control” de personas que no presentaban ninguna de esas conductas.
Los resultados mostraron que las personas con conductas repetitivas centradas en el cuerpo sentían unas ansias mayores por repetir estos hábitos cuando estaban aburridas, frustradas o impacientes, en comparación a cuando se sentían relajadas.
“Creemos que los individuos con estas conductas repetitivas podrían ser perfeccionistas, lo que significa que no son capaces de relajarse y de realizar tareas con un ritmo ‘normal’. Por lo tanto, son propensos a la frustración cuando no consiguen sus objetivos. También experimentan niveles más altos de aburrimiento”, explicó Kieron O’Connor, quien participó en la investigación.
Sara Roberts, autora principal del estudio, dijo que “Los hallazgos sugieren que los individuos que realizan conductas repetitivas centradas en el cuerpo podrían beneficiarse de tratamientos diseñados para reducir la frustración y el aburrimiento y para modificar las creencias de perfeccionismo”.
El estudio apareció en la revista Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry.
¿Cuándo es un problema?
La Asociación Americana de Psiquiatría informa que las personas que no pueden parar de morderse las uñas en todo momento, tal vez padezcan algún tipo de ansiedad.
Y hay quienes señalan al hábito como un trastorno. Pero no siempre es así. “Sólo ciertos tipos de mordedores de uñas, son los que encajan en esta categoría. Al igual que con los tirones de pelo o pellizcarse la piel, morderse las uñas no es un trastorno si no es perjudicial, angustiante y cumple con un cierto nivel de gravedad clínica”, señala Carol Mathews, psiquiatra de la Universidad de California.
Para aclarar que es la gravedad clínica y saber si uno padece de un trastorno obsesivo compulsivo con esta práctica, es necesario aclarar que “si han mordido tanto sus uñas que se han infectado o si hay un daño físico que afecta su capacidad de utilizar sus manos, serán considerados un trastorno” dijo Mathews.
La especialista cree que hay formas de evitarlo. Una de ellas es tomando conciencia de que masticas sin sentido. La clave es desterrar la mordedura sin pensar: es necesario hacer un seguimiento de la situación. Para esto necesitarás de la ayuda de terceros para que te avisen cuando estás mordiéndote, aconseja.
El otro truco es arreglar bien las uñas y mantenerlas. “Cuando las uñas están bien pintadas o recortadas, es menos probable que sientas el impulso de morder” señaló Mathews.
Existe un esmalte especial que está formulado para que las personas eviten morderse las uñas, les da un sabor suave pero desagradable que causa rechazo.
Y por último, para que la ansiedad no te lleve a practicar hábitos como éste, puedes recurrir a ciertas actividades que podrían disminuir tu nivel de estrés.DominicanosHoy
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