Por: Cándida Figuereo Figueroa, periodista
Si una persona está
inmersa en una serie de realizaciones en procura de producir mejoría en
conglomerados que necesitan y que
probablemente no saldrían a flote sin un respaldo oportuno, lo menos que se
puede decir de quien propicia un poco de
ayuda para que puedan salir del marasmo es dejen que trabaje. Si usted puede
contribuir únase a ese propósito.
Usualmente quienes más se quejan de que no se hace nada por los
empobrecidos, suelen vociferar mucho y hacer poco. Quieren asumir que hacen, cacareando como las
gallinas que enteran a todos los de su
entorno cuando ponen un huevo.
En un país donde
abundan excelentes personas que solo precisan un poco de orientación y ayuda
para cambiar de vida, lo menos que se debe hacer si usted está cerca es
motivarlo para que tenga confianza en que
si se quiere, se puede.
En esa corriente de
contribuir a que la gente menos pudiente pueda superarse, trabaja con empeño el
actual Presidente de la República.
Algunos dirán, porque
nunca falta un quejoso, que eso se hace con el dinero del pueblo. Todo se hace
con éste dinero, la diferencia está en que se utilice en proyectos necesarios y
grupos vulnerables que de otro modo estarían siempre en las tinieblas.
Si el dinero existe y
no hay voluntad, los proyectos
más triviales o exuberantes no se desarrollan.
Cuando una persona se
dedica a trabajar para tratar de sacar a
flote a los más depauperados, lo propio es que se le ayude o estimule para que
continúe ese ritmo.
Las visitas sorpresas
para ver cómo marchan los proyectos o lo que hace falta, son necesarias en
distintos renglones, amén de que es el chance para expresar cualquier inquietud
o sugerencia.
Cuando se logra que los
“de abajo” se eduquen y progresen, el país avanza. No hay razón para que haya
iletrados en un país con tantas
escuelas. Además cuando se tiene el deseo de aprender usted lo logra hasta
debajo de un árbol. El esfuerzo en este sentido se ha hecho.
El sector educativo,
las visitas sorpresas y las mudanzas de 1,600 familias a sectores más dignos,
más de 400 mil empleos nuevos en cuatro años, así como la reparación de hospitales para mejor
adecuación son parte de un esfuerzo positivo.
Más de 60,000
niños se encuentran en albergues hasta
que sus madres terminan su faena laboral; en tanto que de 150 estancias infantiles se construyeron unas
100, conforme a datos citadas en diciembre último por el periodista
Viviano de León, en el Listín Diario donde labora.
Las tareas en diversos
aspectos son bien conocidas, lo que
precisa la colaboración de todos aunque sea con mente positiva. Criticar con el fin de solucionar es
positivo, no así lo adverso. Lo que el
Presidente Danilo Medina ha hecho hasta el momento ha sido positivo. Dejen que
trabaje. Y si usted cree que lo puede hacer mejor únase a él en esas actividades.
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