La violencia que se produce en las escuelas es un reflejo del ambiente dañino que se genera en gran parte de las familias dominicanas, según Plan Internacional (Plan RD).“Mi papá golpea a mi mamá, le da duro, la tira de la pared y ella llora mucho”, “Yo me acosté, mi papá estaba bravo con mi mamá y mi tía, y comenzó a darles golpes a las dos. La policía llegó, se lo llevó, pero él volvió”, esas y otras frases son sacadas de un estudio cualitativo de Plan RD, que advierte del impacto que tienen en los niños presenciar actos de violencia, especialmente en el ambiente familiar, “ya que se reproducen en las escuelas”.
“Por lo general estos niños y niñas irascibles vienen de hogares donde la violencia es parte del vínculo que se da entre sus padres, un entorno dañino. Si se validan los golpes y la violencia en diferentes manifestaciones entre padre y madre, es claro que será vista como normal para sus hijos”, explica en ese sentido Santa Mateo, de Plan RD.
La entidad subraya que las familias son el principal escenario donde se ejercen diferentes manifestaciones de violencia. “La presencia de violencia física, verbal y psicológica de las familias en el país es parte cotidiana de cada niño y niña, lo que es muy peligroso, porque estos pequeños adoptan una conducta errónea, donde ven como válido el control basado en el miedo y los golpes”.
“Hemos visto como gran parte de los padres condena el hecho de que se maltrate a los niños, sin embargo cuando se les pregunta si le han dado golpes a sus hijos, responde la mayoría que sí”, observa.
Al respecto también opinó la psicóloga Rafaela Burgos, quien aseguró que “la sociedad dominicana debe estar alerta, porque no se puede permitir que estas situaciones se normalicen, además de evitar que las políticas que se hacen para reducir los casos sean ignoradas”.
Burgos hizo un llamado a los padres a controlar sus impulsos violentos. “Para reducir los niveles de acoso y agresión en los centros educativos los padres deben tener autodominio, ya que los niños repiten todo lo que ven”.
Señaló como herramienta útil la aplicación de disciplina sin insulto y estar pendiente de que los niños tengan todas sus necesidades cubiertas.
“Sabemos que a veces el mal manejo del estrés es una de las causas de la irritabilidad, por eso es muy importante que los padres tomen en cuenta que antes de hablarle a sus hijos es preferible relajarse un momento para no herir al pequeño y evitar que aprenda conductas destructivas”, explicó.
Padres reproducen círculo de violencia
“Otro problema de muchas familias dominicanas es que los padres, al haber sido víctimas de violencia cuando eran niños o jóvenes, crearon resentimiento y explotan con sus hijos, lo que refleja un círculo que si no se le detiene puede transmitirse por varias generaciones”, dijo Rafaela Burgos. Contra ese círculo de violencia familiar, la psicóloga sugiere a los padres cambiar su forma de pensar y aprender habilidades parentales. TOMADO DE EL CARIBE
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