Frutos rojos: La fresa, cereza y ciruela roja ayudan a combatir el colesterol malo y aumentan el colesterol bueno, por lo que favorecen el control del desarrollo de la aterosclerosis, son diuréticos, antioxidantes, aportan fibras y vitamina C.
Aguacate: Fuente de ácidos omega 3 y 6, sustancias muy positivas para nuestra salud cardiovascular. El aguacate contiene un compuesto denominado beta-sitosterol que nos ayuda a controlar el colesterol en la sangre.
Ajo: Contiene tres compuestos que son beneficiosos para nuestro aparato circulatorio: adenosina, el ajoeno y la alicina. Estas sustancias ayudan a reducir la presión arterial y el colesterol, mantiene la sangre más fluida, además protege la arteria aorta, el vaso principal del cuerpo que contribuye a irrigar el pene.
Plátano: Rico en potasio que regula la cantidad de agua que hay dentro y fuera de la célula. Evita la retención de líquido, además contiene bufotenina, un alcaloide derivado de la serotonina denominada la “hormona del placer” ya que mejora el estado de ánimo.
Legumbres: Hortalizas, verduras, contienen una gran cantidad de fibra y ayudan a prevenir el sobrepeso, la diabetes, el colesterol y la hipertensión, dando como resultado una mejor erección, y evita la fatiga durante el esfuerzo físico.
Frutos secos: Las nueces, almendras, avellanas son ricas en fibras y ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y 6, ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos y refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos, también contienen arginina, un aminoácido que favorece la dilatación, mejora la circulación y contribuye con una buena y sostenida erección.
Chocolate negro: Ayuda a mejorar nuestra vida sexual debido a su gran contenido de cacao puro, fuente de polifenoles, sustancia con un gran poder antiagregante, reduciendo el riesgo de sufrir de trombosis, además por su poder vasodilatador disminuye la presión arterial. Controlemos el colesterol ya que cifras mayores de 240 ml/dl multiplican por dos el riesgo de presentar disfunción eréctil.
Extraído de un artículo del doctor Sergio Muñoz, de la Revista Salud y Corazón. Fundación Española de Cardiología. Tomado del listin Diario,3-11-2017
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