Si República Dominicana fuera un territorio lleno de minas de oro, litio y diamantes, pensaríamos que el deseo de los estadounidenses fuera quedarse con esas riquezas.
A esto atribuiríamos tantos y tan frecuentes ataques inventados. Como no es el caso, vale preguntarse ¿que mueve al Departamento de Estado de EEUU y algunos legisladores a tratar de desprestigiar al país con una mentira repetida tantas veces? Recordamos que el ex presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, cansado de escuchar esa misma acusación, retó a que alguien, sea del Departamento de Estado, congresista u ONG, de cualquier lugar del mundo, a que le llevaran un solo caso documentado de supuestos apátridas. Ya Rosario tiene varios años fuera de la JCE y nadie ha presentado un caso documentado.
Sin embargo, cada vez que se quiere buscar un motivo de ataque al país, o si el gobierno hace un pronunciamiento que incomode el oído de algún congresista de EEUU o alguna ONG, vuelve a tocarse el tema con los mismos objetivos: desacreditar el país con la manida denuncia de que aquí, se mantiene esclavizados a ciudadanos haitianos o se le niega la nacionalidad. ¡Nada más falso! En los cañaverales trabajan dominicanos y haitianos por igual. Ganan igual miserable salario y viven en pésimas condiciones. Y sobre la falta de documentos, son miles los hijos de padres dominicanos que, por diversas razones, carecen de actas de nacimiento y otros documentos. Los haitianos vienen aquí sin documentos de identidad y no es competencia del gobierno dominicano resolver esa carencia.
Aun así, ha hecho esfuerzos por ayudarlos. Es tiempo de que ese manoseado tema deje de usarse para extorsionar a las autoridades nacionales. ¿Hasta cuándo se piensa seguir con ese jueguito manipulador?
FUENTE LISTINDIARIO
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