Santo Domingo – La presidenta electa del Colegio Dominicano de Psicólogos, deploró la actuación del Ministerio Público en el feminicidio de la presentadora Chantal Jiménez, asesinada por su expareja el pasado fin de semana.
Abril Peña afirmó que es inconcebible que su asesino-suicida, Jensy Graciano Cepeda, fuera liberado y restituida la posesión de un arma de fuego luego de haber agredido a Chantal.
“Si ya se tiene conocimiento como Ministerio Público de que esa persona (Graciano Cepeda) ha inferido en escena de violencia y hay agresión contra una dama y posee un arma, ¿por qué el Ministerio Público no la desarma?”, cuestionó la psicóloga al ser entrevistada en el programa televisivo “Propuesta de la noche”, por RNN Canal 27.
La profesional de la conducta expresó que la principal diligencia que debe hacer el ministerio público es evitar que se cometan feminicidios por negligencia.
“Esa persona (el agresor) en esta fecha debió de estar privado de libertad por varios intentos criminales y el Código Penal tipifica eso con penas de prisión”, apuntó Peña.
Consideró que el Ministerio Público “debe seguir creciendo y fortaleciéndose, junto con esta se ve una sociedad que también debe seguir recibiendo el respaldo de las autoridades en tema de educar, no dejar de educar a los niños en el buen trato y correcta convivencia”.
Al abordar este tipo de conducta criminal, Peña dijo que todo tiene que ver con elementos de educación y culturales, pues el mismo padre de Chantal Jiménez sostuvo que el agresor lo engaño y le mintió.
“Evidentemente el individuo (Graciano Cepeda) no tenía una autonomía, no era un individuo capaz en ese momento de exhibir una conducta correcta donde debía ser observado. Pero no se puede culpar a un padre que cree en la palabra de un hombre, donde tampoco entendió el peligro que cursaba su hija y creyó en que el agresor no iba a hacer nada”, apuntó Peña.
Concluyó en que “esa muerte pudo haber sido prevenible. Lo que se busca es que no haya una más y en el mismo ámbito se exhorta a las damas a que no drenen sus situaciones emocionales por los medios o redes sociales, que busquen ayuda psicológica, ayuda profesional porque ahí radica la importancia.
Cuando se está siendo violentada y vulnerada se va a un profesional de la conducta. Pero de igual manera se asiste a las instancias pertinentes”, agregó.
Recordó que en la historia de la humanidad “el hombre tiene la preponderancia, es el proveedor, el exhibidor de mayor fuerza. Mientras que la figura femenina se ve como endeble, frágil y tierna”.
Aconsejó educar para formar madurez y la prevención de la violencia desde los primeros años de vida, lo que incluye “educar en la autonomía, educar en el amor propio, en la autoestima, enseñar a la niña que ella vale por el simple hecho de ser mujer y enseñarles el valor de la autonomía financiera, capacitarlas y no ver al hombre como un cheque al portador”.
Dijo que para lograr esos objetivos es necesario combinar la acción positiva de la familia como célula fundamental vital en la cual se aprende a socializar y hay desarrollo, “pero en ocasiones las personas van de familias fragmentadas, disfuncionales donde las relaciones son tóxicas y el joven o la joven ven un padre maltratador y se convierte en conducta aprendida”.
La segunda institución, señala Peña, es la escuela donde se debe contribuir a formar individuos con personalidad sana y buena salud mental.AL
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